Los cepillos citológicos son herramientas esenciales en el campo de la medicina. Estos insumos médicos se utilizan para la toma de muestras de células de diferentes partes del cuerpo como el cuello del útero, la cavidad oral o el conducto biliar.
La función principal del cepillo citológico es obtener una muestra de células que luego se examinarán en el laboratorio, y así detectar anomalías celulares que pueden ser el inicio del diagnóstico de enfermedades como la hepatitis, el VIH, la enfermedad inflamatoria intestinal o el cáncer.
En el último caso, la citología es una prueba de detección de cáncer cervical que pueden padecer mujeres de todas las edades, a esta prueba también se la conoce como Papanicolau. Realizarse este procedimiento por lo menos una vez al año, es esencial en la detección temprana del cáncer cervical y en los últimos años ha aportado con la disminución de la tasa de mortalidad por esta enfermedad.
Es importante destacar, que la toma de muestra con el cepillo citológico debe ser realizada por un profesional médico capacitado. La técnica de recolección de células garantiza la efectividad del resultado y minimiza las molestias del paciente. Además el uso del cepillo citológico debe ir acompañado de otras pruebas con insumos médicos especializados como: espéculos vaginales, citoespátulas, guantes de examinación, aplicadores, portaplacas y portaobjetos.
Existen diferentes tipos de cepillos citológicos según la parte del cuerpo donde se vayan a utilizar. Por ejemplo, el cepillo citológico cervical tiene un diseño en forma de cono, que permite la recolección de células del cuello uterino sin causar daño. Estos cepillos están hechos de materiales suaves y flexibles para minimizar la incomodidad del paciente durante la prueba; Por otro lado, los cepillos citológicos orales se utilizan para obtener muestras de células de la cavidad oral detectando el cáncer oral y otras enfermedades.
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