Los urinarios femeninos son dispositivos médicos en forma de vaso colector de orina para mujeres no valentes, es decir, están diseñados para permitir que las mujeres orinen de pie en un lugar o se utiliza para la micción de las personas encamadas que no pueden levantarse e ir al baño, ya sea por incapacidad o por prescripción médica.
Existen diferentes tipos de urinarios femeninos en el mercado como por ejemplo los de silicona o metal que son modelos reutilizables o los dispositivos de plástico. El pato urinario femenino caricia está elaborado por 100 % Polietileno de alta densidad para soplado. Es desechable, tiene boca ancha y base plana.
No necesariamente debes de utilizar un pato urinario femenino solamente en clínicas y hospitales cuando estés enferma, también puedes darle otras alternativas como:
- Usa un pato urinario femenino si vas a asistir a un evento con gran aglomeración por ejemplo un concierto, en dónde, generalmente las baterías sanitarias están llenas y no son del todo limpias, para evitar una infección urinaria puedes llevar este dispositivo, ya que es compacto y portátil.
- Puedes usarlo luego de una operación estética de tu silueta, después de haber salido de la cirugía lleva uno a casa para tus necesidades biológicas y cuidado personal. Puedes usar la funda del envase para transportarlo de manera higiénica y evitar la contaminación.
- Si vas a ir de vacaciones a un viaje largo en automóvil, tener contigo un pato urinario femenino sería lo ideal. Muchas veces nos ha pasado que no encontramos una gasolinera a tiempo, o un lugar donde poder orinar, sí implementas este producto a tu botiquín personal, puede salvarte de grandes apuros.
- Si eres una mujer en edad adulta o tienes algún familiar en condición de discapacidad y tiene problemas con la movilidad, un pato urinario puede proporcionar una mayor independencia y comodidad en situaciones cotidianas.
Usos y recomendaciones
- Es recomendable limpiar el dispositivo después de cada uso para tener una buena higiene y evitar contaminar tu zona genital y contraer infecciones de cualquier tipo.
- Ya que es parte de los dispositivos médicos este envase debe usarse de forma individual.
- Cuando termines de usarlo, deséchalo en una funda roja que indique que contiene materiales infecciosos, así cuidarás tu salud y la de los demás.
El cáncer de cuello uterino es uno de los cánceres más comunes en las mujeres a nivel mundial. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) este cáncer ocupa el cuarto puesto y se estima que cada año mueren alrededor de 350.000 mujeres en edad reproductiva.
¿Alguna vez te has preguntado qué es el cáncer de cuello uterino?
El cáncer de cuello uterino se produce cuando las células del cérvix uterino crecen de manera anormal y se multiplican de forma descontrolada. El cuello uterino es la parte inferior del útero que se conecta con la vagina y es aquí donde suelen aparecer cambios precancerosos en las células, estos cambios pueden detectarse con una prueba de Papanicolau y tratarse antes de que se conviertan en cáncer.
Generalmente, más del 95% de las mujeres portadoras del cáncer de cuello uterino presentan el virus del papiloma humano (VPH), que es la principal causa de infección del aparato reproductor y se transmite a través del contacto sexual. La mayoría de las personas infectadas con VPH no tienen síntomas, tanto los hombres como las mujeres pueden tenerlo y pueden eliminar el virus sin necesidad de tratamiento. Sin embargo, en algunos casos, el virus puede persistir en el cuerpo durante muchos años y puede causar cambios en las células del cuello uterino promoviendo la aparición del cáncer.
¿Cuáles son los síntomas?
En las primeras etapas el cáncer puede no presentar síntomas. A medida que avanza esta enfermedad algunos de los síntomas que pueden aparecer son:
- Sangrado vaginal normal y entre periodos menstruales;
- Sangrado vaginal después del coito;
- Dolor durante las relaciones sexuales;
- Dolor en la pelvis;
- Flujo vaginal con olor desagradable.
¿Cómo se diagnostica?
Los controles permanentes y las pruebas de detección temprana como la de Papanicolau son clave para prevenir y controlar el cáncer. Esto implica la toma de células del cuello uterino para su análisis en un laboratorio. El procedimiento es sencillo e indoloro, debes acudir a tu ginecólogo o ginecóloga de confianza para seguir este procedimiento:
- Preparación: El médico te proporcionará una bata para cubrirse y te pedirá que te recuestas boca arriba en una camilla, debes apoyar tus pies en los estribos de la camilla y sentirte cómoda.
- Examen vaginal: El médico insertará el espéculo vaginal dentro de tu aparato reproductor para mantener las paredes vaginales abiertas y tener una mejor visión del cuello uterino. Puedes sentir incomodidad, pero tranquila, este procedimiento no es nada doloroso y más aún si se usan los espéculos desechables acorde al tamaño de tu vagina.
- Obtención de la muestra: El médico utilizará un cepillo citológico o una espátula de madera o plástico para tomar una muestra de las células del cuello uterino que se colocará en un portaobjetos de vidrio, se protegerá con spray fijador y se enviará al laboratorio para su análisis.
- Finalización del examen: Para concluir se retira el espéculo suavemente, bajarte de la camilla y vestirte.
Al obtener los resultados de laboratorio debes acudir nuevamente a consulta para recibir un diagnóstico de tu ginecólogo o ginecóloga. Cabe recordar que las infecciones leves pueden tratarse con medicamentos y/o tratamientos, pero si se detectan cambios precancerosos el médico puede recomendar pruebas adicionales como una colposcopia o una biopsia.
¿Cómo se trata?
El tratamiento del cáncer de cuello uterino depende de la etapa en que se encuentre la enfermedad. Las etapas se clasifican según el sistema de estadificación TNM (Tumor, Nódulos linfáticos y Metástasis), que tiene en cuenta el tamaño del tumor, la afectación de los ganglios linfáticos cercanos y la presencia de metástasis en otros órganos.
Las etapas del cáncer del cuello uterino son las siguientes:
Etapa 0: El cáncer está en la capa más superficial del cuello uterino y no se ha extendido a tejidos más profundos, también se conoce como carcinoma in situ.
Etapa I: El cáncer está presente sólo en el cuello uterino y no se ha extendido a otros órganos cercanos este se divide en dos sub etapas.
Etapa IA: El cáncer se encuentra en una zona del cuello uterino y no es visible sin un microscopio;
Etapa IB: El cáncer es más grande y se puede ver sin un microscopio.
Etapa II: El cáncer se ha extendido más allá del cuello uterino a otros órganos cercanos como la vagina, pero no ha llegado a los ganglios linfáticos. También puede dividirse en dos subetapas
Etapa IIA: El cáncer se ha extendido del tejido cercano al cuello uterino, pero no a la parte superior de la vagina;
Etapa IIB: El cáncer se ha extendido a la parte superior de la vagina.
Etapa III: El cáncer se ha extendido a los ganglios linfáticos cercanos y posiblemente a los tejidos cercanos, Al igual que las anteriores también se divide en dos sub etapas.
Etapa IIIA: El cáncer ha llegado a los ganglios linfáticos que están alrededor de los vasos sanguíneos que van a los riñones.
Etapa IIIB: El cáncer ha llegado a los ganglios linfáticos que están en la pelvis.
Etapa IV: El cáncer se ha extendido más allá de la pelvis a otros órganos como los pulmones, hígado y/o huesos.
¿Cuáles son los factores de riesgo?
Existen varios factores de riesgo que pueden aumentar las posibilidades para desarrollar el cáncer, de ellos incluyen:
- Estar infectado por el virus del papiloma humano (VPH), a través de una transmisión sexual común;
- Tener relaciones sexuales a temprana edad;
- Tener múltiples parejas sexuales;
- Presentar antecedentes de cáncer cervical en la familia;
- Fumar tabaco;
- Tener un sistema inmunológico debilitado.
Ahora que ya estás un poco más informada y conoces sobre el cáncer de cuello uterino te recomendamos algunas formas para prevenirlo.
- Vacúnate contra el virus del papiloma humano (VPH);
- Realízate las pruebas de control y detección temprana a partir de los 21 años;
- Práctica sexo seguro y utiliza protección durante el coito;
- Mejora tu sistema inmunológico haciendo ejercicio y una alimentación saludable;
- Evita fumar tabaco, tomar alcohol y otras sustancias nocivas para la salud;
- Mantenga una buena higiene vaginal/anal esto puede ayudar a prevenir infecciones;
¡Ya lo sabes! Prevenir el cáncer de cuello uterino no solo depende de un diagnóstico oportuno sino también del cuidado y de la atención que le prestes a tu salud.
Este consejo te lo damos porque pensamos en tu bienestar. ¡CUIDATE CON CARICIA!